Después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunciara el martes el origen de la pandemia, muchos países de todo el mundo criticaron el manifiesto proporcionado por la organización por considerarlo poco concluyente y falto de transparencia.
Varios países niegan las reclamaciones de China
En una declaración conjunta, Estados Unidos y otros 13 países, entre los que se encuentran Australia, Corea del Sur y el Reino Unido, expresaron su descontento con el acceso limitado del estudio de la OMS a las muestras y datos originales que se encuentran en el país asiático. Por su parte, la Unión Europea emitió un comunicado en el que decía compartir la preocupación de los demás países.
Las pruebas comenzaron cuando el Director General de la OMS, Tedros Adhamon Ghebreyesus, dijo que los investigadores habían encontrado problemas durante su misión de investigación de cuatro semanas en la ciudad de Wuhan, en el epicentro de China, donde el Covid-19 se detectó por primera vez en un paciente en diciembre del año pasado.
Un análisis del origen del virus
En una conferencia de prensa, el Sr. Ghebreyesus pareció contradecir las principales conclusiones de la investigación, sugiriendo que la posibilidad de que el virus Covid-19 se hubiera escapado de un laboratorio biológico aún no había sido investigada por las autoridades. Dijo que esto contradecía la suposición del informe de que la opción de que el Covid-19 provenga de un laboratorio es muy poco probable. Además, el informe publicado por la OMS, que debía recopilar los datos de una investigación de un año de duración, aportó poca información nueva o conclusiones relevantes sobre dónde, cómo y por qué se propagó el virus a los humanos.
Por su parte, el gobierno chino rechazó enérgicamente cualquier crítica al control de la pandemia y acusó a EE.UU. y a otros países implicados en la declaración colectiva de difamar los métodos del país y de intentar politizar el origen del virus.